Son ellos. También cargan con él a cuestas. Lo quieren, los enorgullece, les permite crecer, es una realidad. Pero también, a menudo, los agota, los entristece, los hace "pasar las mil y una".
Pero mañana 14 de mayo cumple sus primeros 50 años. Y por eso todos quieren celebrarlo.
¿Cómo es él? Es austero, es ordenado y prolijo. Riguroso, a veces, generoso porque abre sus brazos a quienes lo necesitan. Servicial.
¿Quién es al fin? Es el hospital de Roca, el centro de salud público más importante del Alto Valle y región sur, el cabecera de zona de mayor complejidad: el "López Lima", como todos lo conocen.
No es una persona, de carne y hueso. Pero lo parece, y mucho. Porque está "hecho" de mujeres y hombres. Que lo sostienen, con el paso de los años, que lo apoyan, lo hacen funcionar, muchas veces como se puede, que ponen el hombro día a día para que toda la maquinaria de Salud Pública siga marchando.
Celebra sus bodas de oro, con obras en marcha, nuevos servicios, entre promesas y anuncios, y con problemas de larga data.
Entre números que no cierran, con deudas, escasez de recursos, insumos, demandas que superan ampliamente la oferta, con reclamos, cuestionamientos... pero también con un grupo de más de 600 trabajadores que, día tras día, brindan lo mejor de sí para que la atención sea la mejor posible, y que las respuestas lleguen a quienes más las necesitan.
Son muchos, muchos enfermeros, médicos, personal de mantenimiento y demás que pujan por dar su opinión a tan solo una pregunta: ¿Cómo llega el hospital a sus 50 años de vida?
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